domingo, 4 de octubre de 2009

la conexión divina


Llevaba una larga temporada (toda una vida) cavilando sobre la conciencia, la mente, el cerebro, la experiencia religiosa, y ojeando unos libros en la Casa del Libro me encontré con este que en cierto modo daba respuesta desde la ciencia (el autor es neurologo) al tema de la experiencia religiosa y mística, analizándola a lo largo de la historia e interpretándola e explicándola desde la neurobiología. La Conexión Divina: la experiencia mística y la neurobiología esta escrito por el neurólogo Francisco J. Rubia, Catedrático de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense y publicada su primera edición en el 2002. Os animo a que leáis este libro que os hará pensar sobre estas preguntas que son a las que el autor intenta dar respuesta ¿Cual es esa base neurobiológica de la experiencia mística?, ¿existen en el cerebro estructuras que producen la experiencia de trascendencia?, ¿existen en la psique, o en, como diríamos hoy, en el sistema límbico, estructuras cuya activación nos pone en contacto con lo que muchos denominan «divinidad»?, ¿es posible activar, si es que existen, esas estructuras de forma natural y no mediante drogas?, ¿tiene sentido, como se está haciendo últimamente en Estados Unidos, hablar de «neuroteología»?
Para hacerse una idea del contenido este es el índice:
Introducción:

CAPÍTULO 1. El origen de las religiones y el trance extático (La experiencia mística; Los especialistas del éxtasis: los chamanes; Técnicas para alcanzar la experiencia mística; Técnicas pasivas; Técnicas activas; Las drogas alucinógenas o enteógenas.

CAPÍTULO 2. La mentalidad «primitiva» y las dos formas de enfrentarse al mundo (La forma de pensar de los pueblos ágrafos; Las dos formas de pensamiento). 

CAPÍTULO 3. El éxtasis en las religiones histéricas de la época greco-romana (El culto a Isis; Orfeo y el orfismo; Los misterios de Eleusis; El culto a Dioniso;El orgiástico culto a la diosa Cibeles ;El culto de Mitra).

CAPÍTULO 4. La búsqueda del éxtasis en Occidente ;El éxtasis en los primeros siglos del cristianismo; El gnosticismo ; El monacato; La mística neoplatónica; El siglo XIII en Europa; El siglo XVI en España; Otros místico).

CAPÍTULO 5. La búsqueda del éxtasis en Oriente; La mística islámica; El movimiento sufí; La persecución de los sufíes por la ortodoxia islámica; La mística judía; La mística de la mercaba; La mística hasídica en la Alemania de la Edad Media; La mística india; La mística budista; El taoísmo en China).

CAPÍTULO 6. Características de la experiencia mística (Sensación de unidad y consecuente disolución o pérdida del «yo» ;Pérdida del sentido del tiempo y del espacio; Sensación de entrar en contacto con lo sagrado; Sensación de objetividad y realidad profundas; Cualidad noética: sensación de tener intuiciones sobre verdades profundas al margen del intelecto discursivo; Superación del dualismo y de las contradicciones; Pérdida del sentido de causalidad; Inefabilidad; Sensación de bienestar, paz, alegría, felicidad; Percepción de luz blanca, cegadora, brillante o fuego, sensación de calor intenso; Transitoriedad; Cambios positivos en la conducta; El éxtasis místico y la sexualidad; El éxtasis místico y la música).

CAPÍTULO 7. Fundamentos neurobiológicos del éxtasis (Sistema nervioso vegetativo o autónomo; Sistema nervioso autónomo y experiencia de trascendencia; Relación entre SNV y sistema nervioso espinal o somático; Sistema límbico; La hipótesis de Deikman sobre los fenómenos místicos; El modelo del lóbulo temporal; Estados alterados de consciencia; Los «operadores cognitivos» y las áreas asociativas de la corteza; El papel de las endorfinas; Experiencias cercanas a la muerte; Causas posibles de los fenómenos que ocurren en las experiencias cercanas a la muerte; Estructuras responsables ; Posible base neurofisiológica de las experiencias místicas; Sensación de unión con lo Absoluto y pérdida del yo).

Poco más se puede decir, creo que leyendo el índice te puedes hacer una idea bastante clara y acertada de que va el libro, los primeros capítulos (del 1 al 5) son una exhaustiva enumeración y descripción de la experiencia mística con los testimonio de los místicos, que se ha dado a lo largo de la historia y en las diferentes culturas, y que nos aparece con rasgos similares y que como bien nos dice el Francisco J. Rubia «nada de esto debe extrañarnos. En todos los casos es el mismo ser humano, con un cerebro similar, modulado por la cultura en la que se halla inmerso, pero con estructuras parecidas en lo esencial, estructuras que para el autor no hay duda que representan la base neurobiológica de estas experiencias». En el capítulo 6 analiza las características y el conjunto de sensaciones que conforman la experiencia mística y ya en el 7 capítulo tenemos la conclusión donde nos expone las bases neurobiológicas de la experiencia mística con las áreas cerebrales que intervienen en estas experiencias y como mediante pruebas experimentales tenemos evidencia de que estimulando eléctrica y magnéticamente diferentes áreas del cerebro se reproducen este tipo de experiencias, así si se estimula determinadas regiones del lóbulo parietal esto da lugar a sensaciones de una presencia extraña o como actuando sobre regiones del lóbulo temporal da lugar a la sensación de encontrarse fuera del cuerpo etc., sensaciones que también se alcanza a través de determinadas drogas.

Francisco J. Rubia nos dice en el último capítulo "La existencia de estas estructuras responsables de la experiencia mística no dice nada a favor en contra de la creencia en seres sobrenaturales. Para el creyente, por ejemplo, es importante saber que existen en su cerebro estructuras que hacen posible estas experiencias. Puede atribuir estas estructuras a la previsión divina que hace posible la comunicación con la divinidad. Sin ellas, como hemos dicho, difícilmente podríamos tener la sensación religiosa ni tampoco sería posible esa comunicación. Para el no creyente, estas estructuras serían las responsables de la creencia en seres sobrenaturales, que no serían otra cosa que proyecciones al mundo exterior de nuestro cerebro. La activación de estas estructuras cerebrales, sea en condiciones normales o patológicas, por ejemplo durante ataques epilépticos, explicaría el fenómeno religioso, así como su universalidad en todas las culturas".

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