jueves, 18 de febrero de 2010

¿Existe la suerte? Las trampas del azar.

¿Existe la suerte? Las trampas del azar de Nassim Nicholas Taleb "Este libro trata de la suerte, disfrazada y percibida como no suerte, (es decir, como habilidad) y, en general, del azar disfrazado y percibido como no azar (es decir, como determinismo)" 

Libro dividido en tres partes "La primera es una introspección sobre la advertencia de Solón, porque su exclamación sobre los sucesos raros se ha convertido en el lema de mi vida. En esta parte meditamos sobre las historias visibles e invisibles y la escurridiza propiedad de los sucesos raros (Cisnes negros). La segunda parte presenta una colección de sesgos de probabilidad que he visto (y padecido) en mi carrera en el mundo del azar: aquellos sesgos que me siguen engañando. La tercera ilustra mis gestas personales con mi biología y concluye el libro con una presentación de unas pocas ayudas prácticas (cera en mis oídos) y filosóficas (estoicismo)".
ÍNDICE

PRIMERA PARTE: La advertencia de Solón: sesgo, asimetría e inducción.
Uno: Si eres tan rico, ¿por qué no eres tan listo? (Nero Tulip. John el operador de éxito. Un verano ardiente. Su dentista es rico, muy rico).


Dos: Un extraño método contable.(Historia alternativa. Relaciones tranquilas con los compañeros. George Will no es Soló: sobre las verdades contra-intuitivas).


Tres: Un meditación matemática sobre la historia. (Diversión en mi ático. Pensamiento destilado en su PlamPilot).


Cuatro: Azar, sinsentidos y el intelecto científico. (El azar y el verbo. Poesía Montecarlo)

Cinco: Supervivencia del menos apto: ¿puede el azar engañar a la evolución? (Carlos, el mago de los mercados emergentes. John, el operador de títulos de alto rendimiento. Una revisión de las constantes de los engañados por el azar en los mercados. Teorías evolucionarias ingenuas),

Seis: Asimetría. (La mediana no es el mensaje. Zoología de toros y osos. Casi todo el mundo está por encima de la media. La falacia del suceso raro).

Siete: El problema de la inducción. (De Bacon a Humer, El promotor de sir Karl. Gracias Solón).

SEGUNDA PARTE: Monos sobre máquinas de escribir: sesgo de la supervivencia y otros sesgos.
Ocho: Hay demasiados millonarios en la puerta de al lado. (Cómo detener el aguijón del fracaso. Doble sesgo de suepervivencia. La opinión de un gurú).

Nueve: Es más fácil comprar y vender que freír un huevo. (Engañados por los números. La vida es coincidencia. Suerte Comparativa. No tengo ninguna conclusión).

Diez: El perdedor se lo lleva todo: sobre las no linealidades de la vida.(El efecto del montón de arena. Matemáticas dentro y fuera del mundo real. A perro flaco todo son pulgas).

Once: El azar y nuestro cerebro: estamos cegados por la probabilidad. (¿París o Bahamas. Algunas consideraciónes arquitectóncas? Cuidado con el burócrata filósofo. Con Fallos, no sólo Imperfecto-Kahnema y Tversky. ¿Dónde esta Napoleón cuando le necesitamos? Por qué no nos casamos con nuestra primera novia. Probabilidades y los medios).

TERCERA PARTE: Cera en mis oídos: vivir con azaritis.
Doce: Tics de jugador y palomas en una caja. (Inglés de taxista y causalidad. El experimento de la paloma de Skinner. Philostratus Redux).

Trece: Carnéades llega a Roma: sobre la probabilidad y el escepticismo. (Carnéades llega a Roma. Las opiniones de monsieru de Norpois).

Catorce: Baco abandona a Antonio. (Notas sobre el funeral de Jackie O. El azar y la elegancia personal).

Epílogo: Solón le advirtió-
RESEÑA


Todo el mundo quiere tener suerte en la vida. Pero ¿qué hace que algunos de nosotros tengamos más éxito que otros? ¿Tiene que ver realmente con nuestras capacidades y estrategias, o con algo mucho más impredecible? 

Este libro trata de la suerte o, para ser más precisos, de cómo percibimos la suerte en nuestras experiencias personales y profesionales. Esto resulta obvio en el ámbito de los mercados (nos dicen que tal empresario tiene «visión de futuro» o que determinado financiero tiene «talento»), pero demasiado a menudo su rendimiento se debe más a la suerte que a sus capacidades. El problema reside en que nos cuesta mucho entender la probabilidad, y por ello seguimos creyendo que lo que sucede no es aleatorio y nos empeñamos en encontrar razones allá donde no las hay.

A lo largo de las páginas de este libro, lleno de anécdotas y de historias sorprendentes, Taleb hace desfilar a diferentes personajes que han conseguido comprender, cada a su manera, la importancia de la suerte: Desde Solón, uno de los mayores sabios de la Antigüedad, y el héroe mitológico Ulises, hasta Karl Popper, filósofo del conocimiento, y el financiero George Soros. 

Tal vez nunca podamos protegernos del todo de los caprichos de la diosa Fortuna pero, tras leer ¿Existe la Suerte?, estaremos bastante más preparados para sortearlos.


CITAS


"El grado de resistencia al azar en la vida de uno es una idea abstracta, parte de su lógica es contra-intuitiva y, para hacer las cosas todavía más confusas, sus realizaciones no son observables."
Pág. 78

"Los psicólogos llaman a esta sobreestimación de lo que uno sabía en el momento en que se produjo el acontecimiento, debido a la información posterior, el sesgo de la retrospectiva, el efecto de lo supe todo el tiempo"
Pág. 106

"Al igual que Pascal, afirmaré el siguiente argumento. Si la ciencia de la estadística me puede beneficiar en algo, la utilizaré. Si  plantea una amenaza, no la utilizaré. Quiero aprovechar lo mejor que me pueda ofrecer el pasado sin sus peligros. Por lo tanto, utilizaré la estadística de los métodos inductivos para hacer apuestas agresivas, pero no las utilizaré para gestionar mis riesgos y mi exposición. Sorprendentemente, todos los operadores supervivientes que conozco parecen haber hecho lo mismo. Hacen transacciones en función de ideas que parten de cierta observación (que incluyen la historia pasada), pero, al igual que los científicos popperianos, se aseguran de que el coste de equivocarse sea limitado (y de que su probabilidad no dependa de los datos pasados)".
Pág. 176


"...debemos recordar que el hacerse rico es un acto de mero egoísmo, no un acto social. La virtud del capitalismo es que la sociedad se aprovecha de la avaricia de la gente, más que de su benevolencia, pero no hay ninguna necesidad de, además, encomiar esa avaricia como un logro moral (o intelectual)."
Pág. 190


"..., las reglas tienen un valor.. Las aplicamos, no porque sean las mejores, sino porque resultan útiles y ahorran tiempo y esfuerzos. Tenga en cuenta que los que se pusieron a teorizar al ver, por primera vez, a un tigre, sobres si el tigre pertenecía a esta taxonomía o a aquella, y sobre el grado de peligro que entrañaba, terminaron devorados por el tigre. Los que, simplemente, se fueron corriendo a la más mínima presunción y no quedaron rezagados por la más mínima actividad de pensamiento terminaron escapando del tigre o liberándose del primo que había sido devorado por el tigre".
Pág. 233


"Últimamente han proliferado los estudios sobre la dinámica de las redes. Se hicieron populares con el libro de Malcolm Gladwell, El punto de derrame, en el que demuestra que el comportamiento de variables, como las epidemias, pasa a un nivel extremo de contagio cuando se supera determinado nivel crítico no especificado. (Como, por ejemplo, la utilización de zapatillas deportivas por los adolescentes urbanos, o la difusión de ideas religiosas. Las ventas de libros tienen un efecto parecido, explotando una vez que superan un nivel significativo de publicidad por el boca a boca)
Pág. 225


"... la gente sobrevalora su conocimiento y subestima la probabilidad de equivocarse".
Pág. 257


"...la probabilidad no trata de posibilidades, sino sobre la creencia de la existencia de un resultado, causa o motivo alternativo. Recuerde que las matemáticas son un herramienta para reflexionar, no para calcular."
Pág. 281


"El comportamiento de los científicos, cuando afrontan la refutación de sus ideas, ha sido estudiado en profundidad como parte del denominado sesgo de atribución. Uno atribuye sus éxitos a sus propias habilidades, pero sus fallos al azar".
Pág. 290

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