martes, 30 de noviembre de 2010

En busca de Spinoza


En busca de Spinoza: Neurobiología de la emoción y de los sentimientos de Antonio Damasio, que como indica el título es un estudio desde el punto de vista de la neurobiología de las emociones y de los sentimiento en el ser humano acompañado por el filósofo Spinoza. Desde siempre me ha interesado todo lo relativo al cerebro, la mente, la conciencia, los sentimientos, las emociones y este libro trata de todo ello. Antonio Damasio a lo largo del libro analiza lo que son los apetitos, emociones y sentimiento y las bases neurobiológicas en que se asientan apoyándose en    las investigaciones que a lo largo de los años han realizado compañeros neurólogos y psicólogos. Va contraponiendo los conocimientos sobre las emociones y los sentimientos con el pensamiento de Spinoza por lo que podemos decir que es un libro que une la ciencia con la filosofía. La lectura es bastante densa debido a las explicaciones neurofisiológicas algo tediosas y a la complejidad de la temática al mismo tiempo que la exposición de las ideas es bastante farragosa y oscura, y por lo tanto poco divulgativa, recomiendo mejor la lectura de entrevistas y visualización de videos en los que al tener, Antonio Damasio, que sintetizar la información está aparece más clara y comprensible.

CONTRAPORTADA
Aunque muchos de los científicos que intentan averiguar cómo comprendemos y pensamos los humanos parecen haberse olvidado de ello, las emociones –del tipo de, por ejemplo, la alegría, la tristeza, la envidia o la admiración– desempeñan un papel fundamental en nuestras vidas y son esenciales para entender realmente en qué consiste eso que denominamos “pensamiento humano”. Antonio Damasio, el neurólogo que ha dedicado su vida al estudio de las bases neurobiológicas de la vida humana, no es, ciertamente, uno de esos científicos en cuyos trabajos las emociones y sentimientos no encuentran lugar. En este nuevo libro, el profesor Damasio se suma, aunque desde el lado de la ciencia, de las neurociencias, a una tradición –no muy frecuentada, cierto es– que tiene en el filósofo holandés Spinoza (que consideraba que los sentimientos y emociones constituían los aspectos centrales de la “humanidad”) uno de sus principales exponentes. Nadie debería dejar de leer este En busca de Spinoza, obra tan actual como imprescindible para comprender el importante papel que juegan los sentimientos y cómo explica la biología nuestros mecanismos de supervivencia necesaria
ÍNDICE
CAPÍTULO 1. Se presentan los sentimientos.
CAPÍTULO 2. De apetitos y emociones.
CAPÍTULO 3. Sentimientos.
CAPÍTULO 4. Desde que hubo sentimientos.
CAPÍTULO 5. Cuerpo, cerebro y mente.
CAPÍTULO 6. Una visita a Spinoza.
CITAS
"(...) el principal propósito de este libro es presentar un informe de situación sobre la naturaleza y la importancia humana de los sentimientos y fenómenos relacionados, tal como los veo ahora, como neurólogo, neurocientífico y usuario regular". Pág. 13
"La comprensión de la neurobiología de la emoción y los sentimientos es clave para la formulación de principios y políticas capaces tanto de reducir las aflicciones como de aumentar la prosperidad de las personas". Pág. 14
"En el contexto de este libro las emociones son acciones o movimientos, muchos de ellos públicos, visibles para los demás pues se producen en la cara, en la voz, en conductas específicas (...). Los sentimientos, en cambio, siempre están escondidos, como ocurre necesariamente con todas las imágenes mentales, invisibles a todos los que no sean su legítimo dueño (...). Las emociones se representan en el teatro del cuerpo (...). Los sentimientos se representan en el teatro de la mente" Pág. 32 
"La evolución parece haber ensamblado la maquinaria cerebral de la emoción y el sentimiento en entregas parciales (...). El primer dispositivo, la emoción, permitió a los organismos responder de forma efectiva pero no creativamente a una serie de circunstancias favorables o amenazadoras para la vida: circunstancias 'buenas para la vida' o 'malas para la vida', resultados 'buenos para la vida' o 'malos para la vida'. El segundo dispositivo, los sentimientos, introdujo una alerta mental para las circunstancias buenas o malas y prolongó el impacto de las emociones al afectar de manera permanente la atención y la memoria. Finalmente, en una fructífera combinación con los recuerdos pasados, la imaginación y el razonamiento, los sentimientos condujeron a la aparición de la previsión y a la posibilidad de crear respuestas nuevas, no estereotipadas" Pág. 80-81.
"Nuestra hipótesis es que cualquier cosa que sintamos tiene que basarse en el patrón de actividad de las regiones cerebrales que sienten el cuerpo. Si  no dispusiéramos de estas regiones, no sentiríamos nada, del mismo modo que no veríamos nada si se nos privara de las regiones visuales clave de nuestro cerebro. Así pues, las sensaciones y sentimientos que experimentamos nos llegan por cortesía de las regiones que sienten el cuerpo". Pág 110.
"Los seres humanos son como son: vivos y equipados con apetitos, emociones y otros dispositivos de autopreservación, que incluyen la capacidad de saber y razonar. La conciencia, a pesar de sus limitaciones, abre el camino para el conocimiento y la razón que, a su vez, permite a los individuos descubrir qué es bueno y qué malo. De nuevo, el bien y el mal no son revelados sino descubiertos, individualmente o por acuerdo entre los seres sociales". Pág 166-167.
"Se podría resumir diciendo que los sentimientos son necesarios porque son la expresión a nivel mental de las emociones y de lo que subyace bajo está. Sólo en este nivel mental de procesamiento biológico y a plena luz de la conciencia hay suficiente integración del presente, el pasado y el futuro anticipado. Sólo a este nivel es posible que las emociones creen, a través de los sentimientos, la preocupación por el yo individual. La solución eficaz de problemas no rutinarios requiere toda la flexibilidad y el elevado poder de recopilación de información que los procesos mentales puedan ofrecer, así como la preocupación mental que los sentimientos puedan proporcionar". Pág. 172-173.
"Ya que la mente surge en un cerebro que es integral para el organismo, la mente es parte de este aparato bien entretejido. En otras palabras, cuerpo, cerebro y mente son manifestaciones de un único organismo". Pág. 186.
"La neurobiología de la emoción y el sentimiento nos dice de manera sugerente que la alegría y sus variantes son preferibles a la pena y los afectos asociados, y que son más favorables para la salud y el florecimiento creativo de nuestro ser. Hemos de buscar la alegría, por mandato razonado, con independencia de lo disparatada e irreal que pueda parecer dicha búsqueda. Si no existimos bajo la opresión o el hambre y, no obstante, no podemos convencernos de la gran suerte de estar vivos, quizá es que no lo estemos intentando con la suficiente intesida". Pág. 250-251 
"El sistema de Spinoza tiene, efectivamente, un Dios, pero no un Dios providente concebido a la imagen de los seres humanos. (...) A efectos prácticos, Dios es la naturaleza (...)No es necesario temer a ese Dios porque nunca nos castigará (...). La única cosa que podemos temer es nuestro propio comportamiento. Cuando uno no consigue ser al menos algo amable con los demás, se castiga a si mismo, aquí y ahora, y se niega la oportunidad de conseguir la paz interior y la felicidad, aquí y ahora. Cuando uno es afectuoso con los demás hay muchas posibilidades de conseguir la paz interior y la felicidad, aquí y ahora". Pág. 252-253.
"Lo espiritual es un estado particular del organismo, una delicada combinación de determinadas configuraciones corporales y determinadas configuraciones mentales". Pág. 264 


Entrevista de Eduard Punset a Antonio Damasio.

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