martes, 16 de agosto de 2011

JMJ, dios mío ya están aquí.

Hoy ha comenzado la Jornada Mundial de la Juventud 2011, Madrid esta tomada según los organizadores por más de millón y medio de jóvenes (por lo que veo es muy importate la cantidad) y la verdad es que están por todas parte hoy he visto cuando he salido a desayunar por Luchana-Glorieta de Bilbao-Fuencarral mas monjas que nunca, había grupos de mochileros por todas martes.


Ha comenzado el gran espectáculo católico, el gran fenómeno de masas, miles de jóvenes católicos con sus banderas se desparraman por todo el centro de Madrid capital de la viña española "devastada por los jabalíes del laicismo", la Puerta del Sol hasta la bandera y nunca mejor dicho y eso que era las 15:30 h.. Preparándose para la gran representación teatral de esta tarde en Cibeles y calentando motores para la mayor manifestación del culto a la personalidad: la "papalatría".


 En el Retiro más de 200 confesionarios esperan a los pecadores arrepentidos (me pregunto, porque no utilizan los cientos de confesionarios que se encuentran llenos de telarañas en las iglesias de Madrid) y al mismo tiempo se inicia la gran Feria Vocacional con mas de 80 stand de las diferentes congregaciones y movimientos católicos en la búsqueda de vocaciones.


Toda estas jornadas son una muestra de poderío, de invasión de los espacios públicos, de ostentación de la fe católica, es la gran fiesta del ¡orgullo católico!, hay que gritar al mundo entero que son católicos, apostólicos y romanos, pero pediría por favor no me lo griten a mi oído no avasallen y sean respetuosos con las creencias o increencias de los demás, lo digo por las declaraciones de algunos obispo y arzobispos españoles. 


Por cierto pediría humildemente a los jerarcas de la Iglesia Católica,  con     Benedicto XVI a la cabeza, a los frailes y monjas de todas las ordenes religiosas del orbe católico y a lo jóvenes católicos que por favor dejen de rezar por los que no tienen sus creencias, que dejen de rezar por los ateos, agnósticos y librepensadores, que dejen de considerarnos "pobre gente", "almas descarriadas" por no pensar como ellos, en fin que dejen de mirarnos con condescendencia y con aires de superioridad. Espero que no se sientan perseguidos por estas palabras (son tan sensibles), soy consciente de todos los esfuerzos y avances que el mundo católico ha hecho en los últimos años por ser tolerantes y no mandar a la hoguera a los que no piensan como ellos como era costumbre en otros tiempos y estoy muy agradecido por ello.





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