domingo, 6 de noviembre de 2011

Caída libre

"Caída libre. El libre mercado y el hundimiento de la economía mundial" del premio nobel de economía en el 2001 Joseph E. Stiglitz, economista más escuchado y comprendido en Europa que en los Estados Unidos. En este ensayo el autor hace un análisis de la crisis actual, de su naturaleza y características, de los factores que incidieron en su origen y desarrollo, centrándose sobre todo en los Estados Unidos. Es una crítica feroz del modelo económico americano que ha dominado las últimas decadas y que se ha sustentado en las teorías económicas clásicas y neoliberales que están en el origen de esta crisis al mismo tiempo que presenta alternativas para evitar en lo posible que se puedan desarrollar crisis de la misma naturaleza en un futuro próximo y para que podamos llegar a un crecimiento sostenible.

 Este libro lo inicie hace cosa de un año y la verdad es que me ha costado un poco llegar a terminarlo,  quizás porque hay partes del mismo en que el discurso es técnico y requiere cierto esfuerzo para su mejor comprensión, pero creo que es un libro imprescindible para comprender la naturaleza de la crisis económica que asola a occidente y el papel de la ideología neoliberal predominante que sustentaron las prácticas del mundo financiero responsable de la crisis con la complicidad de la Reserva Federal y  bajo la actitud pasiva de los distintos gobiernos americanos con sus políticas desreguladoras. 


RESEÑA

La llamada Gran Recesión ha afectado a más personas que ninguna otra crisis desde la Gran Depresión. En Estados Unidos, las políticas públicas deficientes y una falta de escrúpulos generalizada han favorecido el desastre financiero actual, cuyo contagio al resto del planeta ha sido devastador.
Quién mejor que Joseph Stiglitz para diagnosticar una situacion tan compleja de un modo tan accesible. Sus consideraciones acerca del nuevo papel que deben asumir gobiernos y mercados, de la urgente necesidad de regulación y del distinto modo en que se debería gestionar la globalización tienen un peso especial dentro de la batalla de ideas que conformará el «nuevo mundo» destinado a emerger de esta crisis.
Caída libre da voz a todas esas personas que vierons indignadas cómo Wall Street acababa con hogares y empleos; cómo los gobiernos fueron incapaces de frenar la crisis y no dieron más pasos de los estrictamente necesarios; cómo los banqueros se contradecían pidiendo que el Estado les sacara del apuro al mismo tiempo que se oponían a una regulación menos propicia a futuras crisis. Stiglitz ofrece alternativas para lograr una economía próspera y una sociedad moral para el futuro.


«Stiglitz es quizá lo más parecido que tenemos a John Maynard Keynes, tanto en su perspectiva teórica como en sus convincentes críticas a quienes dictan las políticas económicas. En Caída libre aplica su formidable mente a analizar cómo las teorías erróneas y las políticas desacertadas nos trajeron el peor crack desde la Gran Depresión.»

BusinessWeek

«Un enérgico ataque a Wall Street, el libre mercado y el consenso de Washington.»

The Times

«Caída libre es de lectura imprescindible para todo el que busque comprender las raíces de la crisis financiera.»

Boston Globe


ÍNDICE

Prefacio 
Agradecimientos 
 1. LA GESTACIÓN DE UNA CRISIS
 2. LA CAÍDA LIBRE Y SUS REPERCUSIONES
 3. UNA RESPUESTA FALLIDA 
 4. EL FRAUDE DE LAS HIPOTECAS
 5. EL GRAN ATRACO ESTADOUNIDENSE 
 6. LA AVARICIA ROMPE EL SACO 
 7. UN NUEVO ORDEN CAPITALISTA 
 8. DE LA RECUPERACIÓN MUNDIAL A LA PROSPERIDAD MUNDIAL 
 9. REFORMAR LAS CIENCIAS ECONÓMICAS 
 10. HACIA UNA NUEVA SOCIEDAD 
Notas
TEXTOS
"La única sorpresa respecto a la crisis económica de 2008 fue que resultará una sorpresa para tanta gente. Para unos cuantos observadores se trataba de un caso de libro que no sólo era predecible, sino que había sido previsto. Un mercado desregulado, inundado de liquidez y con unos tipos de interés bajos, una burbuja inmobiliaria mundial, y unos créditos de alto riesgo en vertiginoso aumento eran una combinación peligrosa. Añádase el déficit público y comercial de Estados Unidos, y la correspondiente acumuación en China de ingentes reservas de dólares -una economía global desequilibrada- y resultaba clar que las cosas estaban terriblemente torcidas." Pág. 31.
"De hecho, incluso cuando el país ya llevaba un par de meses en recesión, Bush se negó a admitirlo, y declaraba el 28 de febrero de 2008 : 'No creo que nos dirijamos hacia una recesión'. "  Pág. 61.
 "Entre el comienzo de la recesión, en 2007, y octubre de 2009, la economía perdió 8 millones de empleos." Pág. 98.
"Las intrigas y la forma de hacer negocios del sector hipotecario en Estados Unidos serán recordadas como el gran fraude de principios del siglo XXI." Pág. 113.
 "Además de dedicarse a ganar dinero durante las dos últimas décadas en los mercados de derivados, los bancos también gastaron mucha energía en aumentar la adicción de los estadounidenses a endeudarse. Hemos visto cómo los banqueros atraían a los incautos con hipotecas que estaban por encima de sus posibilidades, pero las prácticas engañosas con tarjetas de crédito, que crecieron rápidamente a partir de 1980, aún fueron más siniestras si cabe. Los bancos inventaron miles de nuevas maneras de aumentar sus beneficios." Pág. 220.
"El sector financiero necesita una regulación, pero una regulación efectiva necesita reguladores que crean en ella. Deben elegirse de entre aquellos que pueden verse perjudicados si falla la regulación, no entre aquéllos a los que ese fallo favorezca. Afortunadamente, hay muchos expertos financieros en los sindicatos, en las organizaciones no gubernamentales (ONG) y en las universidades. No hace falta recurrir a Wall Street para encontrar expertos." Pág. 223.
"Es evidente que un país necesita gastar razonablemente bien su dinero, y eso es cierto tanto si hablamos del sector privado como del sector público. El sector público sueco se las ha ingeniado para gastar bien su dinero; el sector financiero privado de Estados Unidos ha hecho un trabajo pésimo." Pág. 242. 
"La desregulación ha tenido un papel fundamental en la crisis, y habrá que establecer nuevas regulaciones para evitar otra crisis y restaurar la confianza en los banco." Pág. 261.
"Sorprendentemente, en los años ochenta la opinión de que el mercado se autorregulaba y era eficiente volvió a predominar, no sólo en los círculos políticos conservadores, sino también entre los economistas de las universidades estadounidenses. Esta ideología favorable al mercado no correspondía ni  a la realidad ni a los modernos avances en la teoría económica, que también habían mostrado que ni siquiera cuando la economía se acercaba al pleno empleo y los mercados eran competitivos se asignaban de manera eficiente los recursos." Pág. 285.
"El modelo individualista del estadounidense rudo y aventurero, tan bién personificado por el presidente Bush con sus botad de cowboy y su andar arrogante, representa un mundo en el cual somos responsables de nuestros propios éxitos o fracasos y nos embolsamos el premio de nuestros esfuerzos. Pero, al igual que el homo economicus del Capítulo 9 y la empresa decimonónica dirigida pr su dueño, este modelo es un mito. 'Un hombre no es una isla'. Lo que hacemos tiene importantes efectos sobre los demás; y si somos lo que somos es gracias, al menos en parte,  a los esfuerzos de los demás." Pág. 327.

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