jueves, 19 de enero de 2012

Por que más es menos

"Por que más es menos: la tiranía de la abundancia" (The paradox of choice: why more is less) del psicólogo americano Barry Schwartz, trata de uno de los temas que siempre ha despertado mi interés como es el de la elección y la toma de decisiones. Todos realizamos cientos de elecciones desde que nos levantamos hasta que nos acostamos, y cuanto más importante es para nuestra vida la elección y  más opciones tenemos mayor es nuestro estado de ansiedad y estrés, en este libro analiza todo lo relacionado con la elección y nos aporta unas pequeñas reglas que nos permitirán elegir de una forma más sana. 


Imaginemos un ejemplo sencillo y cotidiano, que vamos a un supermercado a comprar entro otras cosas un yogurt, si no tuviésemos muy claro nuestros preferencias, nos perderíamos en la infinidad de opciones y marcas, y si tuviésemos que evaluar la mejor opción calidad-precio-producto nos cerrarían y aún estaríamos allí. Y el que dice un yogurt, dice una televisión, un coche, una vivienda, un trabajo, una ciudad para vivir, nos quedaríamos inmovilizados ante la ansiedad y estrés que provoca el tomar una decisión ante la abundancia de opciones posibles y exceso de alternativas sumando el coste de oportunidad asociado a toda elección, aunque bien mirado luego se reducen a las "posibles" pero aún así hay una gran cantidad de opciones.


Todos conocemos amigos y compañeros que a la hora de elegir lo hacen rápido y eficazmente mientras que otros demoran el momento de elección ante el análisis de la gran cantidad de opciones, Barry nos habla de los maximizadores y los satisfactores, los primeros son los que sólo se conforman con "lo mejor" y los segundos se conforman con "una buena opción" aunque no sea la mejor. Y  analiza el grado de satisfacción vital una vez producida la elección analizando el fenómeno del arrepentimiento. 

El autor afirma que el exceso de alternativas no siempre es bueno y aporta unas importantes lecciones que ha extraído después de analizar y estudiar los datos procedentes de "psicólogos, economistas, expertos en mercadotecnia o especialistas en el campo de la elección":
1. Sería positivo aceptar voluntariamente algunas restricciones a nuestra libertad de elección, en vez de rebelarnos contra ella.

2. Sería positivo aspirar a «lo bueno» en vez de a «lo mejor». (¿Han oído alguna vez a un padre decir «Para mis hijos, quiero lo bueno»?)

3. Sería positivo rebajar las expectativas en cuanto a los resultados de nuestros actos.

4. Sería positivo si las decisiones que tomáramos fueran irreversibles.

5. Sería positivo prestar menos atención a lo que están haciendo las personas que nos rodean. 
 Al final en el cápitulo 11 "cómo enfrentarnos a la libertad de elegir" nos señala unos pasos para aliviar muchas de las fuentes de ansiedad a la hora de elegir y tomar una decisión: elegir cuando elegir; ser selectivo, no conformista; mejor ser satisfactor que maximizador; pensar en el coste de oportunidad del coste de oportunidad; tomar decisiones irreversibles; prácticar la gratitud; arrepentirse menos; adaptación anticipada, controlar las expectativas; restringir la comparación social; aprender a amar las restricciones.


CONTRAPORTADA

"La explosión de oferta se ha convertido en un problema en vez de en una solución para nuestras vidas."
Tanto si nos compramos unos pantalones o pedimos una taza de café, como si solicitamos plaza en una universidad o elegimos médico, las decisiones cotidianas se han vuelto tremendamente complejas debido a la abrumadora cantidad de opciones que se nos presentan.
Se supone que una mayor oferta implica mejores opciones y mayor satisfacción. Pero hay que tener cuidado con el exceso de oferta: puede hacer que nos planteemos las decisiones antes de tener que tomarlas, puede crear expectativas poco realistas y nos puede hacer culparnos por algún error o por todos. A largo plazo, esta situación puede bloquearnos en la toma de decisiones, o causarnos ansiedad y estrés crónico. Y en una cultura en la que no hay excusas para no ser perfectos, cuando las posibilidades de elegir son ilimitadas, un exceso de opciones puede conducir a la depresión clínica.
En Por qué más es menos Barry Schwartz explica en qué punto la elección -el sello distintivo de la libertad individual y la autodeterminación que tanto celebramos- se revuelve contra nuestro bienestar psíquico y emocional, cómo la dramática explosión de oferta en todos los ámbitos se ha convertido paradójicamente en un problema en vez de en una solución. Tras estudiar las actuales investigaciones en ciencias sociales, Schwartz nos presenta la solución para reducir el estrés, la ansiedad y el ajetreo que este exceso de oferta ha provocado en nuestras vidas.

ÍNDICE
AGRADECIMIENTOS.
PRÓLOGO. La tiranía de la abundancia. Una aproximación general.
PRIMERA PARTE: CUÁNDO ELEGIMOS.
  Capítulo 1. De compras.
  Capítulo 2. Nuevas posibilidades de elección.
SEGUNDA PARTE: CÓMO ELEGIMOS.
  Capítulo 3. Decidir y elegir.
  Capítulo 4. Cuando sólo nos conformamos con lo mejor.
TERCERA PARTE: POR QUÉ SUFRIMOS.
  Capítulo 5. La capacidad de elegir y la felicidad.
  Capítulo 6. Oportunidades perdidas.
  Capítulo 7. "Si hubiera...": El problema del arrepentimiento.
  Capítulo 8. Por qué algunas decisiones nos decepcionan: El problema de adaptación.
  Capítulo 0. Los efectos negativos de la comparación.
  Capítulo 10. ¿Quién tiene la culpa? Elección, decepción y depresión.
CUARTA PARTE: QUÉ PODEMOS HACER.
  Capítulo 11. Cómo enfrentarnos a la libertad de elegir.
NOTAS
ÍNDICE ANALÍTICO.
TEXTOS
"Filtrar la información procedente del exterior es una de las funciones básicos del conocimiento. Si dedicásemos toda nuestra atención a lo que percibimos con los sentidos, no conseguiríamos acabar nuestro trabajo diario. el progreso humano ha consistido, en su mayor parte, en una reducción del tiempo y la energía, así como del número de procesos personales y mentales necesarios para que cada uno de nosotros consiga satisfacer sus necesidades vitales (...)

Durante las últimas décadas, sin embargo, ese largo proceso de simplificar y agrupar la oferta económica se ha invertido. Estamos regresando a un comportamiento semejante al de la recolección, que precisaba un empleo considerable de tiempo, a medida que nos vemos obligados a cribar más y más opciones en prácticamente todos los aspectos de nuestra vida". Pág.  33.
"El maximizador cree que los satisfactores se conforman con la mediocridad, pero no es así. Un satisfactor puede ser igual de exigente que un maximizador. La diferencia entre ambos es que el satisfactor se conforma por las buenas con lo simplemente excelente, sin aspirar a lo mejor de lo mejor". Pág. 86.
"El éxito de la modernidad ha resultado ser agridulce, y a donde quiera que miremos vemos que el factor que más ha contribuido a ello es la abundancia de opciones. Tener demasiadas opciones produce una sensación psicológica de desasosiego, sobre todo cuando se mezcla con el arrepentimiento, la preocupación por el estatus, la adaptación, la comparación social y, quizá lo más importante, con la maximización o deseo de tener lo mejor de todo". Pág.225.



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